"Cuentos de bar"

–Y otras histerias varoniles–.

Que grato es tener en las manos un libro que hay que dejar de leer por algunos segundos para terminar de reírse, o tener que releer las últimas líneas del párrafo, porque se leyeron con los ojos nublados por las lágrimas que nos generan los recuerdos de haber leído el bochorno detallado. Y esas son algunas de las situaciones que suceden cuando se van consumiendo los cuentos que Franco Colamarino craneó en su ópera prima editorial “Cuentos de bar”.

Hay que destacar algo; el libro no es un compendio de historias que se suceden en los bares, de esas que héroes anónimos viven lo que ninguno de nosotros, los lectores promedios, vivimos jamás. Aquí estamos en presencia de historias que se cuentan amigos en los bares. Esas leyendas, algunas verídicas, otras exageradas, que se cuentan propias, de amigos, familiares o conocidos de conocidos. Cuanto más lejana es la anécdota, más inverosímil es, pero que contadas de maneras graciosas, las creemos. Y eso hace su autor en su libro. Describe historias que cuentan personas en los bares, mechados, con relatos breves e hipotéticos. Un libro delicioso, que se lee de un tirón, mientras nos buscamos en algunos pasajes y que cuando nos reconocemos en alguna, estallamos de risa. Porque al fin y al cabo, no somos los únicos que damos pena. A otros también les pasó.

Un grande Franco Colamarino, que logra universalizar los muchos fracasos, los pocos logros y alguna que otra mariconada masculina, cuando desvariamos en nuestro aburrimiento, ya sea por enamorar a la mujer amada o hacernos los feministas, cuando el machismo nos impera.

En el reino varonil de los bares de su Córdoba natal, Colamarino acierta con su cuento “Una cuestión de parámetros”; como también da en el blanco de la paternidad machista con “La misma vara”. Otros divagues de sobremesa son “Un asunto ambiguo” y “Animal de costumbre”. Y entre medio, un chisme bien futbolero con “Una extraña colorada”. Pero sin duda, “La esencia de una gran banda” es la historia del libro. Que es cierta, que está dramatizada, que tiene giros literarios lejanos a la verdad; pero que es tan verídica como los orígenes de todas las agrupaciones rockeras del mundo.

“Cuentos de bar” es un libro para leer, prestar a los amigos, debatirlo, reírse, buscar lugares comunes y guardarlo en el estante de los preferidos. Con los prólogos de Coco Sily y Cacho Buenaventura y el epílogo de Horacio Pagani, que de bares y cuentos, sabe tanto como Franco Colamarino.

Nombre: Cuentos de bar.
Autor: Franco Colamarino.
Editorial: Ediciones del Boulevard.
180 páginas.

   

Por Mariano Casas Di Nardo

@MCasasDiNardo