Que una
joven autora como Tiffany Calligaris sea argentina es todo un orgullo. Porque a
su corta edad, tiene apenas 29 años, no es fácil triunfar en el campo de la
literatura. Su trilogía “Lesath” fue un éxito de ventas en el público
adolescente, compitiendo con los tanques extranjeros como “Divergente”, “Canciones
para Paula” y “Hush”, entre muchas más. Un mimo a la pluma nacional que siempre
corre de atrás cuando se abren las fronteras.
Pero en esta
ocasión, sube un nivel en la edad de la historia, y nos remite a jóvenes de
edad universitaria para contarnos la historia de Madison Ashford y Michael, en
Van Tassel, en la Ciudad de Boston en los Estados Unidos. Una nueva trilogía,
que seduce por el impacto de su claridad narrativa. Es simplemente leer sus
primeros párrafos para ya sentirnos dentro de esos pasillos, esas habitaciones
y todo lo que concierne al mundo de las brujas.
Si bien
sigue siendo una lectura orientada al público juvenil, sus trescientos ochenta
y cuatro páginas demuestran que su autora sabe lo que hace. No es una moda,
tampoco una altanera profesional que avanza. Es una escritora exitosa joven,
que abre el espectro, para que incluso, la lean personas de todas las edades
que quieran engancharse con esta historia.
Celebramos
que sea nuestra, que siga craneando estos enredos en contextos que nos sacan
por un buen rato de nuestra habitual rutina. Para nuestros hijos adolescentes,
pero por qué no, para nosotros, los adultos, también.
Nombre: Witches, lazos de magia.
Autora: Tiffany Calligaris.
Editorial: Planeta.
384 páginas.
Por Mariano
Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo
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