miércoles, 2 de diciembre de 2015

“El pacto”, la ópera prima de José Viñuela

Muchas veces lo importante es dar el paso. Estar convencido de lo que se hace. Y José Viñuela lo hizo dos veces. Primero, en convencerse de que podía escribir un libro e interesar. Y segundo, creyendo en esa historia que motivó todo y que hizo que cada paso, lo haya llevado a donde está hoy, como un reconocido periodista de su Resistencia natal, en la provincia de Chaco. Y como nada es casualidad, seguramente mucho del nombre de su ciudad, forjó su personalidad. No importa el orden de los factores, porque en teoría, la historia fue primero y su publicación segundo; pero para el lector, el orden contrario. Saber que el libro hay que leerlo y segundo conocer la verdad. “El Pacto” hay que descubrirlo, porque en toda vida existe uno. Que se lleva a cabo, que queda inconcluso o que pierde vigencia. En el caso de su autor, su eje.

“En realidad no escribí un libro, lo que hice fue escribir una parte de mi historia para que quede en mi familia, en mis hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, etc. Me imaginaba a alguien en el año 2150 encontrándose con el libro y diciendo: “Mirá, este es un pariente nuestro que vivió en el siglo XIX”. Pero las cosas increíbles que pasaron con quienes leyeron la primera versión del librito lo fueron convirtiendo en otra cosa, en esto que ahora publicó Editorial Planeta. Originalmente era un legado a mi familia”.

El protagonista es José, quien a modo de homenaje a su abuela, cuando ella fallece, va a conocer el pueblo en el cual se crió ella, en Italia. Segusino, un perdido “paese” bombardeado en la Segunda Guerra Mundial, pero que sería nodal para su vida, historia, presente y futuro. Los periplos desde su sitio de partida hasta la casa de sus familiares, es de una lectura amena, amigable y verídica. Quien haya viajado, lo sentirá propio. Es que José Viñuela no nos cuenta la historia, nos abraza y nos la enseña. Como esos padres que nos sujetan fuerte para que no nos caigamos pero igual nos hacen avanzar. Eso es “El pacto”, esa mítica abuela, ese viaje y todas sus vicisitudes.

Dice el propio autor sobre su trabajo: “Todas las emociones que fui sintiendo podría decir que fue lo mejor del proceso de escritura. Fue increíble. A veces era un nene de doce años llorando mientras escribía, otras un adolescente o un joven que descubría tempranamente las cosas importantes de la vida. Escribirlo me paseó por todas las emociones posibles. Y en contraposición, podría confesar que el motivo fue lo que menos me gustó. Porque la muerte de mi hermana Paula fue lo que siento que me “obligó” a hacerlo. Decidí escribir la historia como una especie de terapia ante su fallecimiento”.

Como buen periodista, hombre del medio y sobre todo, su carrera en televisión, Viñuela es muy visual. No intenta abarcar todos los años de la vida de su héroe, pero sí que los momentos a narrar, sean lo más coloridos y exactos posibles; incluso con diálogos que redondean el cuadro. Recordemos que la historia fue real y que encima, lo ciclotímico, inestable y estoico de ya nuestro amigo, hace que la historia rumbee para lugares inusitados, como la ciudad balnearia de Rímini y Livorno en Italia, Krefeld en Alemania; siempre buscando al amor de su vida, que también sería señal de que todo lo hecho por su abuela, tenía un sentido.

El final no es inesperado, tampoco lógico, menos asombroso. Es el final que tenía que tener para sacudirnos y alegrarnos de que no fue un libro más. Es una historia de vida, de fe, aventuras, renunciamientos, amores pasajeros de los que marcan. Toda la paleta de sensaciones que despertó en su autor al escribir, y las que evidencia cada huella de nuestro protagonista, José.

Y concluye José Viñuela: “Tenerlo terminado me resultó extraño. Una muy rara sensación de paz, de plenitud, de elevación espiritual que aún me dura. Y desde ya que mi plenitud sería completa si en los que leen “El pacto” despierta esperanza. Porque esa es la palabra y el sentimiento que me gustaría que quede al final de la lectura".

Más sobre su autor.
Nombre completo:
José Francisco Viñuela Mondín.
Edad: 50 años.
Signo: Piscis.
Lugar de nacimiento: Resistencia, Chaco.
Un escritor nacional: Carlos Ulanovsky.
Una escritora nacional: Claudia Piñeiro.
Un escritor extranjero: Og Mandino.
Una escritora extranjera:
Ayn Rand.
Algo que te defina: Pasión por cada cosa que emprendo. Amor por mi familia.

Por Mariano Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo







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