Si la
fotografía es el arte de inmortalizar momentos, entonces Pinélides Aristóbulo
Fusco fue un artista de la lente para lo que fue la intimidad del matrimonio de
Evita y Juan Domingo Perón. Es que él trabajó entre 1948 y 1955, en el equipo
de la Subsecretaría de Informaciones del Gobierno Nacional y no sólo se encargó
con su actividad de registrar la actividad política de la época, que justo
coincidió con el auge peronista, sino también que cubrió la obra pública que
había que documentar y difundir, como puentes, asilos y escuelas. Sin embargo,
su herramienta de trabajo, la cámara, contaba con la complicidad y confianza
que generó con el mandatario y su esposa, por lo que también fue testigo de los
momentos de mayor familiaridad.
El libro,
escrito por su nieto, el periodista Matías Méndez, se convierte en una línea de
tiempo visual, que va desde su foto más famosa, en el balcón de la Casa Rosada
con el abrazo de Perón y Evita, hasta las personales del mismo fotógrafo. Con
la colaboración de Marcos Zimmermann en cuanto a la historia, “Fusco, el
fotógrafo de Perón”, es una verdadera selección de imágenes, del Presidente
argentino más reconocido de la historia, en tono inédito y personal.
Nombre: “Fusco, el fotógrafo de Perón”.
Autor: Matías Méndez.
Editorial: Aguilar.
252 páginas.
Por Mariano
Casas Di Nardo
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